Hermes - Mitología

Hermes

Hola,

Hoy quiero hablar del Dios Hermes, MENSAJERO Y GUIA DE LOS ESPÍRITUS, COMUNICADOR, EMBAUCADOR, VIAJERO.

He elegido a este Dios porque me encantó esta historia cuando la leí y porque creo que puede reforzar las píldoras de los signos de géminis y de virgo; El planeta que rige a estos dos signos es Mercurio, nombre que los romanos pusieron al dios griego llamado Hermes. En esta píldora me dirigiré a él como Hermes porque es su historia. (he seguido la narración de uno de los libros de la psiquiatra y jungiana Jean Shinoda Bolen, “los dioses de cada hombre”).

Antes de empezar os voy a presentar brevemente a este dios; Hermes es el mensajero de los dioses, la elocuente divinidad del habla y el guía de los espíritus en su camino hacia el mundo subterráneo: el protector de los atletas, viajeros, ladrones y hombres de negocios; reputado inventor de la lira, los números y el alfabeto. Era famoso por ser el “más cordial de los dioses con los hombres” y suponemos que con las mujeres también , y por ser el dios de la fortuna.

Se le solía representar como un hombre de aspecto juvenil. Solía llevar un sombrero de viaje con dos pequeñas alas, unas sandalias o zapatos alados y un caduceo (una especie de vara mágica, símbolo de heraldo de los dioses).

Allá voy con la historia

Hermes era hijo de Zeus y Maya.

Siempre ajetreado desde su nacimiento, Hermes nació por la mañana, inventó y tocó la lira al mediodía, robó las vacas de Apolo, su medio hermano mayor, por la tarde; y regresó a su cuna por la noche haciéndose el inocente. Su primer día de vida fue un preludio en el que ya se ponían de manifiesto las características principales de Hermes….

Nada más nacer, saltó audazmente de su cuna, se aventuró en el mundo y se puso a espiar a una lenta tortuga que paseaba por delante de la cueva de su madre. Ummm, qué lenta va esa tortuga…. Inspirado por lo que podía hacer con la tortuga y rápido en poner en práctica su idea, descuartizó a la tortuga, tomó su caparazón, sujetó dos cañas a los lados y les puso siete cuerdas, inventando así la lira. Se puso a tocar la lira y a cantar, componiendo música que evocaba alegría, amor y un dulce sueño.

Se cansó de la lira y la dejó al lado de la cuna; ummm, ahora lo que tenía era hambre…ñam, ñam….., se moría de ganas de comer carne. Así que una vez más, salió de la cueva, esta vez para robar algún buey de su hermano Apolo. El joven cuatrero encontró el rebaño de Apolo paciendo, escogió cincuenta vacas y las condujo hacia atrás, de modo que sus pezuñas traseras quedaran hacia delante y las delanteras detrás. Además, se fabricó un calzado con ramas que disimulaba sus propias huellas. Cuando hubo conducido al ganado hasta un lugar donde podía esconderlo, Hermes prendió un potente fuego (lo encendió con yesca y frotando dos palos, como vemos era muy ocurrente, inventó el fuego) y asó dos vacas. Cuando hubo terminado, tiró al río su calzado, esparció las cenizas y regresó sigilosamente a la cueva de su madre. Se metió en su cunita, se envolvió a si mismo en sus propios pañales y con la lira bajo el brazo se puso a dormir…

Pero claro, Apolo descubrió que le habían robado parte de su ganado y siguió las huellas que parecían conducir a una dirección opuesta pero que no consiguieron engañarle. Entró furioso en la cueva de Maya, y exigió que Hermes le dijera dónde había escondido las vacas. El pequeño Hermes astutamente negó saber nada del ganado robado y le dijo “te parezco un hombre fuerte que roba vacas? Yo tengo otro empleo muy distinto, el de dormir, beber la leche de mi madre, estar envuelto en mis pañales o tomar mi baño. Nací ayer, mis pies son muy delicados y el suelo es duro.” Y Hermes juró por su padre que no sabía nada de las vacas.

Apolo, no daba crédito!, pero sonrió ante esta muestra de inocencia y llamó a Hermes, “astuto mentiroso” , porque hablaba como un ladrón consumado. Mas tarde en presencia de Zeus, Apolo y Hermes relataron sus historias; Zeus se divirtió mucho, pero dedujo la verdad e hizo que Hermes le dijera a Apolo dónde estaba el ganado. Ya veis, Apolo se rió, Zeus se divirtió…, así que el mensaje para Hermes fue que bueno…, “qué pillo es este pequeño…JJJJJ”.

Pero sigamos con la historia….

Apolo quería la lira y le prometió a Hermes cualquier cosa a cambio. Por ella, el habilidoso Hermes recibió las cincuenta vacas, un báculo de pastor y una posición, recibió un caduceo, una vara alada que le identificaba como mensajero y escolta de los espíritus al mundo subterráneo. Vamos que salió de este lío muy bien. Había empezado con las manos vacías y metido en un lío gordo, y acabó adquiriendo mucho. Hermes/Mercurio, es un as para la resolución de problemas.

Este dios era conocido como el mensajero; viajaba con frecuencia y rapidez entre el Olimpo y el mundo subterráneo, entre el Olimpo y la Tierra, entre esta y el mundo subterráneo. Cruzaba las fronteras sin problemas; El arquetipo de Hermes se mueve de maravilla en el mundo de la diplomacia, de los medios de comunicación, del comercio. Si algo es ilegal o no es correcto, no preocupa en exceso a un Hermes (pensad en el consiglieri del Padrino, Tom Haggen, podríamos calificarlo como un arquetipo de Hermes).

También es conocido como el embaucador, en su primer día en la Tierra, Hermes ya robó ganado a su hermano Apolo, ocultando astutamente sus huellas; luego intentó hacerse pasar por un inocente recién nacido; este Hermes embaucador, se caracteriza por su inteligencia, ingenio y habilidad para cambiar de forma y aspecto. Tiene inventiva y toma lo que quiere mediante el engaño o el robo. Otro personaje de este arquetipo podría ser Jack Sparrow (personaje protagonista de Piratas del Caribe).

El arquetipo Hermes/mercuriano, muchas veces es admirado más que condenado por su inteligencia, según lo que robe y a quién, ahí tenemos a Robin Hood, robando a los ricos para repartir entre los pobres o a Prometeo robando el fuego de los dioses para entregárselo a la humanidad; el embaucador en ese caso, es visto como un héroe. Sin embargo, nos recuerda Jean Shinoda Bolen, un embaucador en la vida real puede ser un estafador más que un héroe. Puede ser un vendedor sin escrúpulos, con cuyas artes de venta consiga hacer comprar a la gente objetos que no necesitan o un estafador en toda regla que engaña a la gente.

El dios Hermes que empezó como un ladronzuelo se convirtió en un dios muy venerado. Jean Shinoda Bolen, cuando habla de este arquetipo, dice que Hermes tuvo suerte, porque tuvo padres que le ayudaron mucho con la educación en valores. Ella insiste en este capítulo, en tener cuidado con el doble mensaje que reciben muchos niños y niñas mercurianos; Zeus al principio cuando Hermes mintió sobre el robo de las vacas, le pilló al momento, pero inicialmente se rio y esa risa podría transmitir que el padre estaba complacido con el ingenio del hijo, Apolo se enfadó pero también sonrió; luego, efectivamente, Zeus fue cariñoso pero más firme, y eso le vino bien a Hermes que le permitió desarrollar mucho mejor todas sus capacidades y convertirse en un gran dios.

Y fin de la historia!!,

espero que como a mi os haya gustado y que haya contribuido a hacer más claro el arquetipo mercuriano, yo me he abstraído del género; y he pensado en los mercurianos y mercurianas; en todo caso, como siempre os recuerdo, esto es una generalidad, una carta astral tiene muchos más elementos, y una persona concreta muchos más todavía.

Más información que complemente estos conceptos podéis encontrarla en «aprendemos astrología / planetas / mercurio» ; y en «aprendemos astrología / signos géminis y virgo».

seguimos hablando

27/02/2024, Bilbao

Amagoia

Autora: Amagoia

Amagoia Ibarrondo

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